SANTIAGO, R.D. - Atrincherada como un guerrillero solitario en las
montañas, Rosa Santos continúa desafiando las autoridades del partido
revolucionario moderno PRM.
La veterana política se niega de
manera rotunda a acatar las directrices de las altas instancias partidaria y
montó su show de reclamos, esta vez en el tribunal superior electoral TSE.
El TSE fijó para el próximo
martes 20 de noviembre el conocimiento del juicio de fondo para conocer la
objeción de la sublevada dirigente perremeista contra la decisión de la alta
dirección de ese partido que designó a la Licda. Amarilis Baret como presidenta
provincial en Santiago.
Dirigentes perremeistas que
pidieron reservas de sus nombres consideraron como una indisciplina atentatoria
contra la unidad del PRM la actitud de Rosa Santos.
En un partido como el PRM que
postula renovación, es incomprensible que se ponga a la cabeza de un importante
organismo como lo es su comité provincial a una dirigente como Rosa Santos, que
forma parte de una generación de políticos que por su edad y experiencia, deben
asumir roles de asesores.
Si el Tribunal Superior Electoral,
en una decisión más política que jurídica, le da ganancia de causa a la
legendaria dirigente hoy en rebeldía, se apagará la pipa de la paz entre Hipólito
Mejía y Luis Abinader, y se tocarán tambores de guerra en el PRM.
Hipólito Mejía no se tragaría el
cuento que Rosa Santos actúa por motus propio dado los lazos parentales que
unen a Luis Abinader con Rosa Santos y la lealtad de esta última ex-candidato
presidencial perremeista.
Rosa Santos como caballo
desbocado no escucha a nadie, sigue de forma desenfrenada sus acciones que
evidentemente conspiran contra la unidad en el PRM.
El PRM debe demostrar con hechos
que es un estandarte de renovación y que el fantasma de la indisciplina no
asoma en esa organización política.
El próximo martes 20 de noviembre
en la sala de audiencia del TSE, se conocerá otros capítulo más de la novela
" Aferrada a una cargo"
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