Aspirantes a alcalde del PLD en Santiago no mueven la aguja

SANTIAGO, R.D. - A pesar del activismo intenso que realizan los aspirantes a alcalde de Santiago Fernando Rosa y Silvio Durán, las encuestas mas recientes realizadas en esta ciudad de Santiago les dan un pírrico porcentaje de simpatia de votos.

Ambos aspirantes pertenecen a la corriente que a lo interno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) dirige el presidente Danilo Medina.

Si el panorama continua como va, todo parece indicar que el PLD tendrá que jugarsela nuevamente con el alcalde Abel Martínez para el cargo, pues las encuestas le dan a este un alto porcentaje en simpatías entre los votantes santiagueros.

Abel, invicto políticamente hablando, ha desarrollado una gestión aceptada y aplaudida por amplios sectores de la sociedad de Santiago que consideran que este ha rescatado la ciudad del caos y la ploriferación de desechos sólidos que generaban enfermedades, como leptopirosis y dengue.

Con Silvio y Fernando, el PLD se arriesga a perder el control de esta importante plaza norteña que electoralmente se caracteriza por no tener un voto cautivo.

En el 1978, el PRD postuló al Lic. Victor Mendez, esa organización logró mantener el control municipal con don Virgilio Mainardi Reyna en 1982, pero 4 años mas tarde, Frank Muñoz Gil y los reformistas toman control de la plaza.

En el año de 1990, obtuvo el control municipal el PLD, con Monchy Fadul como alcalde, pero 4 años mas tarde, José Enrique Sued gana las elecciones y los reformistas vuelven a tener el control municipal.

En el 1998, el Dr. Grullón Moronta asume como alcalde, postulado por el PRD, en el 2002 vuelve José Enrique Sued a la alcaldía y logra la reelección en el año 2006, en el 2010 vuelve a tomar el PRD el control de la alcaldía de la mano del Dr. Gilberto Serulle y luego de 6 años de gestión de Serulle, Abel Martínez es elegido alcalde, y en la actualidad desarrolla su mandado, que ha de concluir en el 2020.

El presidente Danilo Medina es un gran estratega político, de esos que le dan mayor enfasis al cerebro que al corazón, y estas condiciones nos permiten dejar en el aire la siguiente pregunta: ¿ Se arriesgaría el PLD a ir una batalla con generales sin tropa ?