Santiago, R.D. - La turbulencia creada por abusos e intolerancia que matizaron los primeros meses de gestión de Abel Martínez al frente de la Alcaldía local ha desaparecido.
La separación de Michael García y el bajo perfil de Fernando Ramírez han serenado las agitadas aguas en el ayuntamiento.
En la planta física que antes se respiraba un ambiente hostil, hoy refleja dinámica de trabajo entusiasta.
Analistas atribuyen este cambio radical en la alcaldia a asesorías efectivas y a que el alcalde Abel Martínez escucha más ahora a funcionarios experimentados de su gestion, y que no son ejes de polémicas y contradicciones.
En los departamentos jurídicos, secretaria general, relaciones publicas, recursos humanos, entre otros, se puede observar un fino trato al municipe, algo poco usual en instituciones públicas.
Ojala y los dos años y días que le quedan al Alcalde Abel Martínez al frente de la Alcaldia, sean el reflejo de los últimos meses.
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